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Hola, ¿Que te puedo decir? Solía ​​definirme como hija y hermana, hasta que me casé; Entonces, cambié mi nombre a esposa. Cuando me divorcié, volví a cambiarlo por divorcio, este lo guardé por el hecho de que debía pertenecer a alguien, aunque estuviera solo. Luego tuve una interrupción y mi nombre se convirtió en la mujer con el nido vacío y los sofocos. De todos, este fue el nombre que me hizo más vulnerable. Finalmente, cansada de cambiar mi nombre como quien se cambia de ropa interior, decidí buscar una que me gustara. Fue ahí cuando me di cuenta de que siempre había sido la persona de alguien y era hora de recuperar mi verdadera personalidad. Encantado de conocerte... mi nombre es Mujer! Abrazos Ver todas las entradas de Abrazandonos.blog